La tiranía del apego

Una frase atribuida a Buda dice que “La raíz del sufrimiento es el apego”. En nuestra vida mostramos apego a cosas materiales, personas, cualidades físicas de nuestro cuerpo y situaciones de bienestar o seguridad. A menudo asistimos a la orgía del consumo, el exceso, lo material y lo superfluo. Frente a ello, se nos olvida lo verdaderamente importante, lo que nos hace sentir realmente bien y que nace de dentro.

En las empresas las personas muestran apego a sus cargos, sus despachos, sus salarios y sus privilegios.

Nos engañamos cuando pensamos que nuestra felicidad radica en el exterior. En realidad sólo nosotros tenemos la capacidad de hacernos sentir en paz y armonía. Esa capacidad está dentro de nosotros y es inalienable. A veces lo olvidamos y cedemos a otras personas o situaciones el control o la responsabilidad de nuestra felicidad.

Apego es pensar que no podemos ser felices sin esos elementos formando parte de nuestra vida: el amor o la compañía de alguien, tal o cual comodidad, determinado puesto o situación. Perder alguno de esos elementos “indispensables” para nuestra felicidad, o incluso el miedo a perderlos, nos genera un gran sufrimiento.

Por eso, la clave para revertir esta situación es desprogramar nuestros apegos. Hay que darse cuenta de cuáles son esos apegos, hacerlos conscientes, y luego aceptar que todo en este mundo pasa, todo cambia y nada permanece para siempre. Es ley de vida, por lo que si aceptamos lo que es inevitable, estaremos liberándonos de la tiranía del apego. Mindfulness es muy útil para "darme cuenta" de mis apegos y desidentificarme de ese ego ansioso por "tener".

Bailar y disfrutar de cada canción, nos guste más o menos, es al final la mejor manera de pasarlo bien en la fiesta de la vida.

Por DAVID HERVÁS SANZ