No hay un estrés sino dos: Eustrés y distrés

Sabemos que las enfermedades crónicas que tienen su origen en el estrés, son la principal causa de muerte en los países desarrollados. Así mismo, se sabe que el estrés es la segunda causa de baja laboral en la Unión Europea. Pero lo que no todo el mundo sabe es que hay dos tipos de estrés: eustrés y distrés.

El eustrés, también conocido como “estrés positivo”, es la tensión interior que nos permite alcanzar nuestras metas, mantenernos activos y creativos. Moderadas dosis de eustrés son normales y adecuadas para desarrollar todo nuestro potencial. Evolutivamente, se justifica su presencia en momentos puntuales de nuestra vida, cuando precisábamos ponernos a salvo de algún peligro o realizar con eficacia y precisión una actividad concreta.

El distrés, que es al que normalmente nos referimos cuando hablamos de estrés, es por el contrario un elemento desequilibrante. Nos bloquea, nos angustia y nos impide vivir con normalidad. Frente al eustrés, el distrés se vuelve crónico y el nivel de tensión que implica no tiene justificación en base a las circunstancias presentes. Seguro que conoces a alguna persona que va todo el día “alterada” sin motivo aparente. Las personas que padecen distrés no suelen ser conscientes de encontrarse en un estado sostenido de tensión desmedida e injustificada.       

Cuanto más atentos estamos a lo que sucede en nuestro interior, más fácilmente nos daremos cuenta de las situaciones que nos causan distrés y mejor lo combatiremos. Poner consciencia practicando Mindfulness es un gran remedio para bloquear la espiral del distrés en nuestra vida.

Por DAVID HERVÁS SANZ